No tenía a donde ir, no tenía juntas, mi celular estaba apagado; acababa de salir de un pedicure y manicure con spa maravilloso que me reconcilió con la vida, pedí mi café y me senté solo a observar, sentí unas ganas inmensas de darle Gracias a DIOS por ese momento en donde no me preocupaba nada, en donde solo estaba sentanda, sin pensar en el instante que sigue, ni en los pendientes en la oficina.
Sentía a Luisito moverse por el shot de canela que le estaba llegando (ahora no fue por depre, fue de pura felicidáaa y por qué no, por pura gula) me permití ser espectadora y ver como entraban y salían todos aquellos que como yo, viven en la corredera diaria, sin ni siquiera darse cuenta de la música, del clima tan helado, de la gente que como yo solo los observaba o, bien ni siquiera se acordaban de aquél que diariamente les sirve tu café.
¿Qué acelere verdad?, pensaba para mis adentros en ese momento quise también apagar mi diálogo interior, que normalmente es rete criticón, apagar hasta mi voz interna para solo disfrutar de mis revistas que no había podido ver por andar dándole Equidad al Género, solo relajarme, no pensar en nada, gozar de las maravillosas frivolidades que ofrece Elle en su edición especial.
Me sentí tan feliz, tan completa y en paz siendo tan solo una espectadora, suertuda por todo esto que estoy viviendo, sintiendo a este chaparrito que había días que hasta se me olvidaba que estaba ahí, hasta que mi panza chocaba con mi escritorio o bien sentía esas ganas inmensas de comer aguacate o de hacer pipi, jajajaja.
La neta, ojalá que no me acostumbre, mientras tanto me quedan dos semanitas de baquetonismo permitido; de verdad Luisito que no pudiste llegar en mejor momento y no solo por la descansadera y por todo lo que me has hecho reflexionar desde que te vi como una bolsita en el plasma de la Dra. Liz; sino por este momento que tanto tu papá y yo estamos viviendo, en donde estamos recogiendo el fruto de muchas buenas decisiones y entre ellas: tú llegada, te amamos, descansa, muévete, patea, duerme que tus papás te cuidan.
Te veremos en dos semanas pequeñito, desde ya: ¡te amamos!
Cualquier comunicación con esta columna que le dieron el suero de la tranquilidad, acá ando.
Los quiero,
Gaby
PD1. si alguien sabe donde venden el suero de la paciencia, sabiduría e institnto, agradeceré me lo hagan sabersss antes de que llegue mijito.
PD2.. #yoconfieso que soy adicta al twitter